La organización Ascel (Asociación para la Conservación y Estudio del Lobo Ibérico) ha denunciado el descubrimiento de una loba muerta por disparo en la comarca de Las Merindades (Burgos) en marzo. Según el comunicado de Ascel, la falta de protocolos en la recogida de cadáveres de lobos y la tardanza en la elaboración de los informes técnicos de necropsias dificultan las investigaciones y demuestran el desinterés de la Junta de Castilla y León en la persecución de la caza ilegal de lobos. La muerte por caza ilegal es la principal causa de mortalidad en cualquier población mundial de esta especie, incluso donde están estrictamente protegidos.
Ascel insta a la Junta a presentar una denuncia ante la Fiscalía si se confirma que la causa de la muerte es la caza ilegal. Asimismo, Ascel critica la falta de protocolos eficaces en la recogida de cadáveres y la realización de necropsias de especies protegidas, y advierte de que cualquier muerte de individuos de lobo es una pérdida irreparable en términos demográficos y genéticos, ya que se trata de una especie vulnerable.