El búho real es una especie de ave rapaz de gran tamaño que habita en gran parte de Eurasia. También conocido como búho real europeo o búho real euroasiático, este animal es uno de los búhos más grandes y ampliamente distribuidos geográficamente, lo que lo hace un habitante de una gran multitud de hábitats.
Su nombre científico, Bubo bubo, deriva de la onomatopeya de los sonidos que emite, y ya desde la Edad Media se le conocía como bubo en los bestiarios. Debido a su majestuosidad y fácil cría en cautiverio, es utilizado con relativa frecuencia en el arte de la cetrería. Los búhos reales domesticados también se utilizan para el control de plagas y para disuadir de anidar a aves como las gaviotas.
El búho real es un ave de gran tamaño, con una envergadura de alas de entre 131–188 cm, y una longitud que puede variar de 56 a 75 cm. Las hembras pueden pesar de 1.75 a 4.6 kg y los machos de 1.22 a 3.2 kg. Aunque la hembra es más grande, hay poco dimorfismo sexual en el búho real, lo que hace prácticamente imposible diferenciar los sexos cuando son observados en la naturaleza.
Su plumaje es muy variable entre las subespecies reconocidas, con las partes superiores de color marrón oscuro, marrón rojizo hasta gris pálido cremoso, mostrando densamente manchas en la frente y la cabeza, rayas en la nuca, laterales y parte posterior del cuello, y manchas oscuras sobre el fondo más claro en la espalda y alas. Una estrecha banda de color claro se extiende desde la base del pico, pasando por el borde superior del ojo y recorre los penachos de la cabeza.
El búho real tiene una actividad principalmente nocturna, con los principales focos de actividad en las primeras horas después del atardecer y las últimas horas antes del amanecer. Es altamente sedentario, normalmente manteniendo un solo territorio durante toda su vida adulta, y es muy territorial, utilizando varios sistemas de señalización para delimitar sus territorios e indicar su ocupación.
Su nido es una cavidad sin tapizar en troncos de árboles o acantilados, y pone de dos a seis huevos una sola vez al año, normalmente en invierno o principios de primavera. Los pollos son semi-nidícolas y tienen un plumón blanco, que cambian por un plumón parduzco entre los diez y doce días. A las tres semanas de nacer, ya son capaces de alimentarse y tragar por sí solos. A los dos meses comienzan a volar, aunque solo unos pocos metros, y a los cuatro meses ya están cubiertos de plumas. Al final del otoño, los juveniles son expulsados del territorio de los adultos y comienza su periodo de dispersión juvenil.
Aunque la presión antrópica ejercida durante la mitad del siglo XX hizo retroceder sus poblaciones, actualmente el búho real se encuentra en un proceso de recuperación muy importante, recuperando gran parte de las zonas de su distribución. Esto se debe en gran medida a la protección que se ha brindado a la especie, así como a los esfuerzos de conservación y recuperación de su hábitat natural.
Es importante destacar que el búho real desempeña un papel clave en su ecosistema, ya que actúa como un controlador natural de poblaciones de roedores y otras especies pequeñas, lo que ayuda a mantener el equilibrio de la cadena alimentaria en su entorno.
El búho real es una especie fascinante que posee una belleza y majestuosidad únicas. Aunque aún enfrenta amenazas, su recuperación en los últimos años es una señal alentadora para su futuro y el de los ecosistemas en los que habita. Debemos seguir trabajando para proteger y preservar esta especie y su hábitat, para asegurarnos de que continúe siendo un elemento importante en nuestros ecosistemas y una maravilla de la naturaleza que podemos admirar.